A los 18 aņos me habėa picado el
bichito del baile
asė, sin comillas, sin parčntesis: la mųsica infernal
me volvėa absolutamente loco de remate
chiflado a mās no poder
y si por las maņanas salėa a trabajar
a vender diversos objetos por las calles
mediante corretaje
y si por las tardes me enfrascaba en el estudio
de las diversas literaturas
habidas y por haber
por las noches concurrėa a las inefables milongas
a los misteriosos salones de baile
con el objeto de escuchar las mās maravillosas mųsicas
y bailar de ser posible
con las mujeres mās hermosas de este bendito planeta
o de mėnima las mās bellas del barrio
o de la milonga en cuestiōn
y no solo bailābamos tango sino tambičn
cumbia romāntica
o de las otras
rock & roll
jazz o foxtrot
folklore argentino: por lo general
gato
chacarera
escondido
pero lo que me enloquecėa era
el tango
y tener una bella entre mis brazos
mientras la conducėa por ensoņaciones varias
en contra de las agujas del reloj
por el borde de pista o palestra
donde procurābamos no chocarnos
con las demās parejas
so pena de recibir un sopapo o algo peor
a cambio
de nuestras torpezas
esto no era todo: porque ademās de bailar hasta
altas horas de la noche
hasta la madrugada
no contentos con ello
nos dirigėamos con inaudita celeridad
hacia el hotel mās cercano
a los efectos de entregarnos a los juegos sexuales
mās obscenos y perversos
o simplemente hacer el amor
hacernos el amor
mutuamente
recėprocamente
y finalmente luego de los orgasmos respectivos
quedarnos dormidos seguramente desnudos
reflejados en el espejo rectangular del techo
en medio de la sombra de ese cuarto
o en una cama redonda y giratoria
una cama rodante
una cama errante
una rubia como un relāmpago enlutado de golpe
o una dama con su cabellera roja como una llama
o como una aurora
una aurora llamada precisamente Aurora
sė, me habėa picado el bichito del Gotān
e ėbamos de una milonga a otra
bailando sin parar
no por dinero
sino por el simple gusto de abandonarnos
al placer del movimiento
en efecto: nos movėa el movimiento: la
danza, la poesėa, el arte, el solo placer o desdichada dicha
que como una serpiente se enroscaba sobre nosotros
hacičndonos imposible el sueņo, el cine
en el cual uds. serian jōvenes por toda la eternidad
una inmortalidad provisional
pero eternidad al fin
o al menos eso creėan
nos pagaban sin embargo
cuando laburābamos como extras
una jornada entera
hasta caer agotados
y todo por unos pocos miserables dōlares
haciendo bailar a los tours de gringas durante las porteņas noches
o encamāndonos con algunas de ellas
nos acostamos
nos acostaban
nos dormėan
nos
descansaban
irrescatables
bailando en gimnasios
en un ring de boxeo antes de la pelea
en la calle
en plazas o paseos varios
en una suerte de maratōn de baile
cuyo premio era el beso en la mejilla
por la princesa seleccionada
en dicha oportunidad
vendiendo golosinas en cines
o repartiendo volantes los domingos
por las calles
en los autos
en sus limpiaparabrisas
otra čpoca
pero volviendo al baile, al bailongo:
cumbia bailando con las no tangueras
abrazados entrecerrabas tus ojos
o los ponėas exactamente en blanco
cuando bastaba con rosar tu piel
con las uņas de la mano
y ronroneabas como una gatita en celo
una gacela durmiente
y extremadamente bella
de una belleza francamente intolerable
parecėa mentira que existieran en este mundo
criaturas tan hermosas
acosadas por las calles
durante las noches
mediante guarangadas piropos miradas inyectadas
mientras sonaba un rock
mientras sonaba un rock & roll
tomados de la mano
flotābamos hacia la dicha
hacia una presunta felicidad
desnuda y caliente te refregabas contra mė
te enrosacabas como una vėbora roja y venenosa
te cerrabas sobre mė como una carnėvora planta
o como una araņa pollito te cernėas sobre mė
con tus ojos negros y sonrientes
y tu boca dulce e insidiosa
bāsicamente
bāsicamente
me sonreėas dulcemente
y tus negros ojos eran un abismo insondable
de ternura
y cariņo
esa maldita mųsica rockera sonaba
con esa capacidad de enloquecer a cualquiera
y bailābamos como locos
como esos locos de la edad media
o de la clase media
y luego de bailar verticales
horizontales bailar en la cama
cabalgar como versos encabalgados
saxo y sexos
sexo y saxos
pero ojo era inųtil
porque el baile no nos daba de comer
habėa que trabajar
estar al servicio de los clientes
recibir y cumplir las ōrdenes de advenedizos insolentes
que un dėa antes tan solo eran empleados del mes o del aņo
todo para parar la olla
comer el plato de lentejas
so riesgo que nos comieran los piojos
pobres como una araņa
vender objetos varios
dar clases acerca de temas que el conferenciante desconoce
especular con acciones, fijos plazos y dōlares
todo para sobrevivir a la inflaciōn
aguantar toda clase de insolencias
de faltas de respeto
agachar el lomo
humillarse y ofenderse
a siniestra y a diestra
ir entonces a bailar solo los fines de semana
pero ya agotados
ya ancianos marchitos
rebotar y planchar a lo loco
(todo tiempo pasado fue mejor)
despreciado
vulnerado
menoscabado
adios bellas
adios hermosas pendejas
adios bailarina de papel
adios danzarinas de cafč con leche
los domingos a la maņana
en la pizzerėa o en el telo
mās cercano
adiōs juventud tesoro divino
adiōs adiōs para siempre o para nunca
adiōs purretas de estaciōn
adiōs para siempre pebetas novias imposibles
amores posibles o platōnicos
adiōs el poema llega a su fin
el antipoema
el poema sin poesėa termina
poesėa no escrita
contempla el mundo
baila hasta el hartazgo
hasta la nāusea
baila hasta la saturaciōn total
hasta la alienaciōn absoluta
pongo el automātico
para variar a estas gringas
gringas de gringolandia
y sorber algunos copetines
algunos brebajes
o salir a la puerta a fumar
en medio de la noche y el invierno
hacer humos blancos
dame otra oportunidad!
o salir rumbo a Corrientes a comprarme unos libros
y dejar a la loca bailando sola
en medio de la pista
como si estuviera borracha de soledad
o ebria de dicha
e hiciera el amor consigo misma
y luego se quedara dormida entre mis brazos
o sola en la cama
con el vibrador en la mano
quema mis palabras!